domingo, 3 de enero de 2010

Miedo




No tengo miedo a recibir una bofetada, no tengo miedo a ser apuñalado, por la cara o por la espalda.
No tengo miedo a tropezarme en un agujero, ni pisar una mina o un cepo.
No tengo miedo a tus ácidas palabras que comen la cabeza de los que me respetan.
No quiero tener miedo con cualquiera de estas cosas u aquellas otras que tu depravada e insana mente puedan llegar a realizar, porque seré más fuerte. Me he forjado en cualquier sentimiento desgraciado que puedas imaginar. Esta guerra es mía, por mucho que te resistas.

Solo tengo miedo de caer una vez más y no tener apoyos para levantarme.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Pues yo cada día tengo más miedo. El único apoyo que encontrarás siempre serás tú, lo demás es pasajero. Las personas van y vienen en una constante de... ¿de qué?